¿QUÉ SON LOS CONTRATOS INTELIGENTES O SMART CONTRACTS?

El concepto de Smart Contract surge por primera vez en un documento publicado en 1995 por el jurista y criptógrafo Nick Szabo, quien decide utilizar el lenguaje de programación para automatizar el cumplimiento de un acuerdo bajo condiciones determinadas.

Un contrato podría definirse como un acuerdo entre dos o más partes, en donde se definen una serie de reglas que establecen qué puede suceder y qué consecuencias tiene distintas acciones.

La manera más habitual de representar los Smart Contract o Contratos Inteligentes es compararlos con una máquina expendedora. El acuerdo implícito entre una máquina expendedora y una persona es que, la máquina expendedora devolverá la bebida seleccionada si la persona inserta la cantidad de monedas correspondiente.

Hasta ahora los contratos han sido documentos verbales o caros documentos escritos que en muchas ocasiones requieren de intermediarios (notarios, registradores, etc.). El objetivo de los Contratos Inteligentes es eliminar intermediarios para simplificar procesos y, con ello, ahorrar costes al consumidor.

Los Contratos Inteligentes son capaces de auto-ejecutarse y hacerse cumplir por sí mismos, de manera autónoma y automática, sin intermediarios ni mediadores. Son códigos informáticos, escritos con lenguajes de programación, con una lógica tal que si sucede esto -> entonces pasará aquello. Una vez establecidas las condiciones de uno o varios Contratos inteligentes, se ejecutarán y devolverán el resultado preestablecido sin posibilidad de cambio.

Imaginemos un apartamento vacacional gestionado por un Contrato Inteligente, éste sería capaz de autogestionarse y alquilarse por sí mismo. El usuario que quisiera disfrutar de él solo tendría que realizar un pago determinado al Contrato Inteligente y éste le devolverá de forma automática una contraseña para poder abrir la puerta y disfrutar del apartamento. Todo ello sin necesidad de que el propietario hiciera entrega de las llaves ni de una compañía tipo AirBnB detrás llevándose una comisión.

Además de la propiedad de ser auto-ejecutables, los Contratos Inteligentes son descentralizados, inmutables, verificables y transparentes. Al igual que cualquier registro en Blockchain, una vez elaborados/programados y aceptados, no admiten modificación o aceptaciones parciales de sus condiciones. Los Contratos Inteligentes son un código visible por todos y que no se puede cambiar al existir sobre la tecnología Blockchain.

Ventajas del uso de los Contratos Inteligentes o Smart Contracts

· Autonomía: Cuando se programa un Contrato Inteligente, no hay necesidad de depender de un abogado u otros intermediarios para confirmarlo. (Se elimina el peligro de manipulación por parte de un tercero).

· Confianza: Cualquier registro de documentos en blockchain están encriptados de forma íntegra, verificable e inmutable.

· Seguridad: La criptografía, la función matemática de encriptación junto con la red descentralizada de blockchain, mantiene los documentos seguros.

· Velocidad: Los contratos inteligentes utilizan el código de software para automatizar las tareas, lo que reduce las horas de una serie de procesos de negocio.

· Ahorro: Los contratos inteligentes le ahorran dinero ya que eliminan la presencia de un intermediario. Por ejemplo, tendría que pagar a un notario para que presencie su transacción.

· Precisión: Los contratos automatizados no sólo son más rápidos y baratos, sino que también evitan los errores que se producen al rellenar manualmente montones de formularios.

Sin embargo, y a pesar de todos los beneficios comentados, la figura de un abogado no desaparece con la programación de Contratos Inteligentes.

La tarea del programador es programar las condiciones del contrato conforme al derecho vigente para su automatización. Digamos que el código informático auto-ejecuta las condiciones del contrato previamente convenido por lo que es un instrumento del mismo.

Que un contrato funcione como se ha dicho anteriormente puede resultar atractivo porque reduce tiempo y costes, pero es imprescindible que sea conforme al derecho vigente para su automatización.